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Pedro Luna: Colección de dibujos

Solapas secundarias

Pedro Luna y su vida


La Generación del 13, y en especial el pintor Pedro Luna, pertenecía a la clase media, lo que significó un quiebre y renovación en los artistas plásticos de comienzos del XX, vinculados a la elite.

El investigador Enrique Schwember explica que "hasta antes de su aparición, y salvo la situación del plebeyo Juan Francisco González, las artes plásticas eran privilegio sólo de los sectores más acomodados, o ejercidas bajo su aceptación, como una actividad refinada, limitada por el enfoque académico francés de buen gusto y equilibrio propios de una tradición realista y romántica" (Schwember, 2006: p. 63).

Nació en Los Ángeles el 19 de octubre de 1896. Fue hijo natural de Juan Pablo Altamirano y Alba Luna Pérez, pero bautizado con los apellidos de su madre. A los tres años se trasladó a la casa de sus abuelos en Santiago, quienes se hicieron cargo de él.

A corta edad demostró que tenía aptitudes artísticas. Fue autodidacta, dibujó numerosos bocetos y croquis, aunque sus obras más importantes fueron pinturas. En 1912 solicitó su ingreso en la Escuela de Bellas Artes, donde fue aceptado por los artistas plásticos Richón Brunet y Oscar Lucares, aunque era menor de edad.

En la Escuela tuvo numerosos profesores destacados que influyeron en él y en su Generación, como el profesor y director de la Academia de Bellas Artes Fernando Álvarez de Sotomayor y Zaragoza.

El profesor Antonio Fernández Vilches destaca que Álvarez de Sotomayor "impulsó una docencia que tendía a despertar las vocaciones hacia un oficio responsable y serio, que aspiraba a manifestarse en lo que llamaban 'gran pintura y calidad', respetando la expresión estilística personal de sus alumnos" (Fernández, s/f: p. 1). De este maestro, Luna tomó ciertas ideas estéticas, pero creó un estilo particular y original.

A los 19 años Pedro Luna tuvo un papel protagónico en la exposición de pintura chilena realizada en 1913 en el salón del diario El Mercurio. La muestra destacó por su espíritu innovador, técnica y corte social, con características diferentes a la pintura oficial, lo que dio origen a la Generación del 13.

Por primera vez en la pintura chilena, este grupo rescató paisajes y personajes populares de Chile, al igual que valores autóctonos, en contra de la corriente academicista y de corte francés que regía en esa época. Rápidamente Luna fue conocido y consagrado por la crítica chilena.

En 1920 contrajo matrimonio con Julia Larraín Martínez y partió a Italia a perfeccionarse. En Europa logró su inscripción en la Exposición Internacional de Bellas Artes, donde ganó el Gran Premio de Roma, con la obra Barco Rojo.

En Europa tomó lecciones con destacados pintores. Su obra fue influenciada por Manet y Cézanne. El contacto con el mundo europeo produjo en él un cambio en su técnica, sin embargo "sin olvidar sus inclinaciones folclóricas, su cromatismo de grises, incorpora la valiente solución de los naranjas intensos, los rojos de fuego" (Ricardo Bindis, 1984: p.102).

Cuando volvió a Chile, se separó de su primera esposa y emprendió nuevamente camino al sur. Recorrió varios pueblos y ciudades, como Mulchén, Traiguén y Linares, donde realizó numerosos bocetos y ejercicios de dibujo sobre figuras humanas y costumbres de la vida campesina y del pueblo mapuche.

También organizó una academia de pintura, una de música y numerosas exposiciones. En Linares, se casó con Rosaura Chaparro Pizarro en 1833. Cuatro años después se trasladó a Santiago y tuvo que sortear junto a su esposa todo tipo de dificultades económicas. Pintó y dibujó para sobrevivir.

La pobreza y la miseria fue una de las características que acompañó a varios de los exponentes de la Generación del 13, por ello también se la ha llamado la Generación Trágica. Luna murió pobre y alcohólico en Viña del Mar el 19 de diciembre de 1956, sus restos fueron trasladados al Cementerio de Los Ángeles.

Aunque hoy se le reconoce como el primer pintor moderno, Luna "fue un artista incomprendido en su época cuando el realismo académico contaba con las preferencias de la crítica y el público". (Artistas Plásticos, Pedro Luna)

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