¿Has escuchado hablar de Rari? Es una pequeña localidad rural ubicada en la Región del Maule, reconocida como "Ciudad Artesanal del Mundo", por el World Crafts Council, gracias al valioso trabajo de las cultoras que viven en este territorio. 

Se trata de artesanas que desde pequeñas aprendieron el oficio de la microcestería en crin: tejen a mano piezas en miniaturas usando como materia prima el pelo de la cola del caballo. En sus obras suelen representar su entorno campesino, como coloridas flores, animales, mariposas e insectos.

Si bien son varias artesanas que trabajan este oficio en la zona, fueron 13 de ellas quienes se animaron el 2017 a participar de Proartesano, un programa de formación que se realiza en conjunto con la Subsecretaría del Trabajo y que busca fortalecer las competencias de artesanas y artesanos tradicionales para mejorar la sostenibilidad del rubro, facilitando su inserción comercial.

Durante los cuatro años que dura el programa (que en su caso no fueron lineales producto de la pandemia), las artesanas pasaron por diferentes módulos y se les entregaron herramientas de aprendizaje en temas de productividad, cálculo de costos, cultura, de redes sociales, comunicación efectiva, montaje y exhibición de piezas para espacios culturales o comerciales.

Este proceso formativo culminó con su ceremonia de cierre el martes 29 de noviembre en las dependencias del Museo de Arte y Artesanía de Linares, ubicado en el centro de dicha comuna. En la actividad las cultoras recibieron diplomas como reconocimiento de su desempeño en estos cuatro años y, muy orgullosas de lo logrado, mostraron los nuevos soportes de plata para aros y prendedores que trabajaron en el módulo de productividad con la diseñadora Paula Corrales, reemplazando así en tan solo tres clases los soportes de fantasía que antes ocupaban. 

A dicha ceremonia asistió la directora ejecutiva de la Fundación Artesanías de Chile, Leslye Palacios, quien destacó lo que el programa puede aportar al valioso oficio de las artesanas de crin, como de otras cultoras y cultores que han sido parte de este proyecto. “El programa se viene ejecutando durante 10 años, con artesanos de todas las regiones del país, de distintos oficios y en ese contexto que se integra este grupo de artesanas de Rari para trabajar en el mejoramiento de sus capacidades. Entonces, se desarrolla este proceso durante 4 años y ahora estamos cerrando ese ciclo de formación del cual estamos sumamente satisfechos porque creemos que ha contribuido al mejoramiento de lo que ellas hacen, que ya es de excelencia”, mencionó.

En tanto, una de las artesanas que formó parte del programa, Sara Barros, se refirió al trabajo realizado en estos cuatro años y sobre el aprendizaje obtenido por parte del grupo: “Muy enriquecedor. Creo que cambió en un 100% la visión de nosotros como artesanas en crin y ahora podemos comercializar nuestro trabajo desde otra forma. Tenemos un papel demasiado importante en la cultura de nuestro pueblo, en la cultura de nuestro país. Debemos transmitir nuestra artesanía en crin desde el punto cero hasta el punto 100, entonces, lo tomamos hoy como una obligación”.

Carolina Loren, Seremi de las Culturas, las Artes y el Patrimonio de la Región del Maule, también estuvo presente en esta ceremonia. Al respecto mencionó: “Me sumo con mucha energía con todo lo que tenga que ver por mejorar en este caso las condiciones de empleabilidad de las artesanas, específicamente de Rari que tienen tanto valor y reconocimiento a nivel regional e internacional. Así que estoy apoyando este programa que lleva cuatro años de proceso y hoy día finaliza con esta ceremonia”.

Posterior a la entrega de diplomas, se habilitó un espacio para compartir junto a las artesanas y conocer las piezas que hicieron durante el programa, que pronto se encontrarán en las tiendas de Artesanías de Chile y en www.artesaniasdechile.cl

(Fuente: Bernartita Ortiz, Fundación Artesanías de Chile).